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viernes, 17 de abril de 2020

CARTA A ANA GONZALEZ DE RECABARREN ANTE EL FALLO DE LA CORTE DE APELACIONES DE SANTIAGO


Querida Ana:


Nos conocimos hace mucho tiempo, allá, por los años 78, en casa de Clotario Blest, donde, junto a Sola Sierra, Magdalena Navarrete, Doris Meniconi, Gala Torres, Victoria Zúñiga, Viviana Díaz (en esa época, muy joven aún) y muchos otros familiares de aquellos compañeros nuestros apresados y, luego, desaparecidos, habías organizado la Agrupación que había de representarlas a todas Uds. en los años venideros para librar una lucha que aún no termina. Eran años difíciles esos, Ana, ¿recuerdas? Intentar sobrevivir y, a la vez, reclamar por los derechos amagados, por intentar sobrevivir, por soñar aún con una sociedad mejor, por exigir la libertad de nuestros amigos y familiares presos, por soportar capturas y apremios ilegítimos… No, no era una tarea fácil vivir en esos años. Y, sin embargo, nunca decaímos; ni, menos aún, desfallecimos. Teníamos la certeza que, tarde o temprano, lograríamos nuestros objetivos, que la justicia se impondría una vez más e, incluso, que volveríamos a tener la vida que una vez tuvimos. Ilusos.




No tengo memoria de las veces en que volvimos a encontrarnos, más tarde, en actos culturales, peñas, manifestaciones, protestas, de la mano de las organizaciones sociales, y desafiando a la dictadura, a la misma que hoy rinden homenaje quienes gobiernan el país. Los años no pasan en vano, tal vez porque no son ellos quienes pasan sino somos nosotros, seres humanos que se agotan en el transcurrir. La última vez que nos vimosrecuerdo fue con motivo del fallecimiento de nuestro común buen amigo y compositor Richard Rojas, músico insuperable, hombre lleno de vida, autor de una de las más bellas canciones creadas para rendir homenaje a quienes una caterva de degenerados hizo desaparecer en medio de los más crueles tormentos. Me refiero al tema ‘¿Dónde están?’ Richard Rojas, de profesión maestro, había organizado junto a Ester González, su mujer (la ‘Esterciña’, como la llamaba), y el maestro Jorge Sepúlveda, primero, el ‘Trio Lonquimay’; luego, el ‘Trío Lonqui’; finalmente, el ‘Duo Lonqui’ (integrado solamente por él y su mujer). Desde esa instancia, tan de ellos, nos entregaban, periódicamente, obras de innegable valor cultural de las que recuerdo con gran cariño la ‘Resbalosa del pan’ y la canción ganadora del Festival de Olmué dedicada a la minga de Chiloé que cantara con dedicación y arte nuestra otra gran amiga Rebeca Godoy. Pero, ya en esos años, cuando nos saludamos al vernos, al retorno del sepelio, en una de las avenidas del Cementerio General, ya no me recordabas. Era demasiado el tiempo transcurrido. Y la distancia no tiene conmiseración, asfixia con su abrazo intolerable. Luego, vino la separación definitiva, el tiempo de la despedida, ‘la hora de decir adios’.
Trío-Lonqui
TRÍO LONQUIMAY. Rubén Cortez, Ester González y Richard Rojas

Tras años de peregrinar, en vano, buscando a los tuyos, tras años de esperar el retorno imposible de Manuel Segundo Recabarren Rojas (tu marido), de Manuel Guillermo Recabarren González (hijo tuyo), de Luis Emilio Recabarren González (también tu hijo) y de Nalvia Rosa Mena Alvarado (tu nuera), vino lo inevitable: tu desaparición, tu despedida, allá, en la casa tuya, en la zona Sur, en esa casa donde viviste los años más felices y más desgraciados de tu vida, la misma donde el vecindario, personas como yo, y muchos artistas y personajes llegamos a rendirte un último homenaje.

Te preguntarás por qué te escribo, Ana, en estos momentos. Y tienes razón en hacerlo. No te sorprendas, por favor, si te digo que lo hago para pedirte disculpas. Porque, luego de conocer la sentencia de la Corte de Apelaciones de Santiago, que rebajó la pena aplicada a esa caterva de desalmados que asesinaron a casi la totalidad de tu familia, pienso que te he fallado. A pesar que nada tengo que ver con ese hecho, pienso que te he fallado. Y es que mis actos, mis desplazamientos, mis pequeñas obras, mis análisis, mis debates y conversaciones, intentando convencer a una sociedad sorda sobre infinidad de hechos y circunstancias, de nada han servido todos estos años. Pienso que también les he fallado a los familiares de las agrupaciones de derechos humanos (presos políticos, detenidos ejecutados, detenidos desaparecidos, exiliados) porque no he hecho lo suficiente por ellos. Y quiero pedir disculpas. Pedírtelas a ti, en primer lugar, Ana; luego, a todos los demás. Y es que no he podido cumplir conmigo mismo, con los objetivos que me impuse; menos, aun, cumplir con los demás.

Estudie, una vez, las leyes de la Física para convencerme que la realización de un acto es directamente proporcional al grado de fuerza (poder) con que se cuenta. Eso me ha permitido encontrar una explicación a mis yerros. No he contado con la fuerza que se requiere para llevar a cabo las transformaciones que pudieron servir para ese cometido; he sido incapaz de agrupar voluntades para llevar adelante esos propósitos. Quise hacer muchas cosas, pero no tuve la fortaleza de llevarlas a cabo. Y es que menosprecié el poder de las clases que dominan porque no conocía su naturaleza. Casi al fin de mi vida he podido encontrar una explicación probable de ello. Por eso te escribo. Para pedirte disculpas por no haber cumplido lo que me propuse alguna vez. Porque, aunque tú jamás lo hubieses sabido, me propuse conseguir justicia para ti y para los tuyos. Pero ignoraba que la ‘justicia’ era una entelequia’ y que ya Aristóteles, Ulpiano, Augustinus, Thomae Aqvinatis, nos habían advertido que ‘justicia’ es, solamente, ‘dar a cada cual lo que le corresponda’ y que al pobre y al esclavo sólo le corresponden latigazos y miseria. Eso es justicia. Fallé, en consecuencia. Y me avergüenzo de ello. Por eso te pido disculpas. Porque tu marido, tus hijos y nuera, han sido, una vez más, burlados. Y yo no he sido capaz de evitarlo. Te he fallado tanto a ti y a tu familia como lo he hecho con los demás.

La Corte de Apelaciones de Santiago, que integran severos doctores de la ley poco proclives a la lectura de los expedientes que se les entregan, dio a conocer la semana pasada, una resolución que reduce la pena aplicada por sentencias anteriores y absuelve (en otros casos) a quienes quitaron la vida a tus seres queridos haciendo superfluos sus execrables actos. No nos sorprendamos, querida Ana. Porque los tribunales, desde el momento mismo en que se produjo el golpe de Estado en 1973, se alinearon servilmente con los dominadores. Fue su presidente, Enrique Urrutia Manzano, quien terció, sobre el pecho de Pinochet, la banda tricolor que lo ungía como gobernante supremo de la nación. Sí, mi buena Ana, los tribunales, los mismos a las rejas de cuyo inmueble de calle Bandera te encadenaste junto a muchas otras, acompañadas de Clotario Blest. Esos mismos tribunales cuyo presidente (Israel Bórquez) decía estar ‘curco’ de tanto recibir recursos de amparo presentados por la Agrupación que fundaste. Esos mismos tribunales, siempre generosos con la sangre ajena y tremendamente avaros con la propia. Los mismos que se han negado a rebajar sus sueldos luego del estallido social de 18 de octubre pasado y aceptan, sin embargo, que otros lo hagan. Los mismos que crucificaron (como funesto presagio de la Semana Santa) a Daniel Urrutia, uno de los pocos jueces que, compadecido por la suerte que espera a los presos políticos en las tenebrosas cárceles de la ‘democracia’—, frente a la pandemia que asola a nuestro país, se atrevió a desafiar la omnipotencia de la justicia chilena decretando la libertad de todos ellos. Sí, querida Ana: la misma Corte, los mismos jueces, los mismos que mantienen vínculos estrechos con las clases dominantes y, por ende, con quienes gobiernan el país y que, ante la prensa extranjera, no escatiman alabanzas a la tan cacareada ‘independencia’ del Poder Judicial chileno. La misma Corte que hoy revoca la sentencia de otra jueza para volver a encarcelar a los generosos jóvenes de la Primera Línea. Esos mismos tribunales que obligaron, en plena democracia, a arrancar del país a la periodista Alejandra Matus luego de la publicación del libro ‘El libro negro de la Justicia chilena’, documento magistral, que puso al desnudo la esencia del Poder Judicial. Porque esa es la verdadera naturaleza de quienes han dirigido nuestra débil democracia desde su advenimiento en 1990. Por lo mismo, ¿podrías suponer un comportamiento diferente, en una persona tan poco decente como lo es el ex presidente Lagos, generoso, también, con la sangre ajena y tremendamente tacaño con la propia?

He querido enviarte esta carta, Ana, a fin de justificarme por ser débil, tremendamente débil y vulnerable. Por ser la antítesis del superhombre o del héroe que presentan las historietas y las películas de ciencia ficción; por ser uno más de los innumerables seres anónimos que recorren el país mascullando, en su soledad, improperios contra quienes gobiernan muchos de los cuales son ignorantes, débiles mentales o sujetos abiertamente perversos y ejecutan a cada instante, a cada momento, actos orientados únicamente a mantener doblada la cerviz de nuestras clases oprimidas, mientras ellos se apoderan de los escasos bienes nacionales que van quedando.

Termino, querida Ana, confesándote, además, que me siento avergonzado de la institucionalidad que existe en la nación que habitamos, tan ajena y distante de nosotros, de la nación que nos arrebataron, de sus capataces y mayordomos, de todo el aparataje institucional que se nos ha impuesto como herencia de un pasado que nos agobia. Me dan vergüenza los Tribunales del país, me da vergüenza su Parlamento, la Presidencia en manos de un demente con colaboradores que en poco difieren de él. Me consuela, sin embargo, decirte que no te he traicionado ni he traicionado a quienes cayeron en la lucha, como tus familiares, por construir una sociedad mejor. Siempre he estado en contra de esa institucionalidad; siempre la he querido cambiar. Pero no solo, ni con los partidos políticos actuales sino de la mano de una comunidad organizada, capaz de llevar adelante las transformaciones esenciales que el país necesita. Por eso, también, jamás fui parte de los gobiernos post dictatoriales cuya única labor fue desactivar el funcionamiento de todos los movimientos sociales que existían al comienzo del retorno de la democracia.



Y, por lo mismo, hoy, a pesar de todo, tengo confianza en el futuro de Chile; pero tengo, también, temor de lo mismo pues las tareas que esperan a la comunidad nacional al término de la pandemia son colosales. Los ricos querrán mantener sus privilegios, al igual que todo el estamento dominante: militares, marinos, policía, jueces, empresarios, agiotistas, banqueros, especuladores. Una dura prueba espera al pueblo de Chile luego de esta pandemia. Porque fácil resulta entender que, en estos momentos, nada más se puede hacer: Cuando una tragedia, como la del Covid 19, asola a una nación, el primer deber de los movimientos sociales que se han alzado para reclamar por sus derechos es sobrevivir y lograr que todos sus integrantes también lo hagan. Hay, en consecuencia, tiempo para pensar, tiempo para meditar sobre un futuro mejor; y, cuando ese tiempo existe, lo hay, también, para preparar lo que esa tarea demanda. Por lo que puede suponerse que no todo está perdido. Como tan brillante lo expresa ese refrán chileno: mientras hay vida, hay esperanza. Y, te lo aseguro, somos muchos los que no hemos perdido aún esa esperanza.

Un abrazo enorme, allá, en la eternidad.

Manuel

Santiago, 13 de abril de 2020


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ENLACES RELACIONADOS:





LIBERTAD A LOS PRESOS POLÍTICOS DE LA PROTESTA:



lunes, 30 de marzo de 2020

LIBERTAD A LOS PRESOS POLÍTICOS DE LA PROTESTA


DECLARACIÓN
LIBERTAD A LOS PRESOS POLÍTICOS DE LA PROTESTA





El COMITÉ DE DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS Y SINDICALES CODEHS, a la opinión pública nacional e internacional, declara:

El dia 15 del presente, atendiendo a la presencia del la pandemia de coronavirus en Chile, al hecho que

[…] el día 19 de marzo de 2020, se decretó estado de catástrofe para todo el territorio nacional por el lapso de 90 días […]”,

a la circunstancia que

[…] las cárceles son recintos donde la posibilidad de contagiarse es altamente probable atendido al hacinamiento y la imposibilidad de que las medidas sanitarias mínimas puedan ser implementadas razonablemente […]”,

y a que

[…] la persistencia de la enfermedad de la tuberculosis en la población carcelaria, que al día de hoy no ha podido ser erradicada de nuestras cárceles […]”,

procedió, el juez Daniel Urrutia Laubreaux, del Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago, a dictar una resolución reemplazando la prisión preventiva de trece (13) personas, detenidas en la encerrona del 3 de marzo en los alrededores de la calle Corbalán Melgarejo de la capital, por la pena de arresto domiciliario total. La medida se fundamentaba, además, en el hecho que los detenidos

“No registran condenas anteriores y existe una más que razonable posibilidad que, de ser condenados, cumplan estas condenas en libertad dada la pena abstracta a la cual se arriesgan por el delito que fueron formalizados”.

Pocas horas después de haberse dictado dicha resolución, se reunió extraordinariamente el pleno de la Corte de Apelaciones de Santiago a través del sistema de video conferencia para acordar suspender tanto al juez Urrutia de sus funciones como el efecto de su resolución, y dar inmediato aviso a Gendarmería para impedir la libertad de los presos políticos, muchos de ellos menores de edad.
   No debe llamar la atención la urgencia del tribunal de alzada en reunirse para tratar tan extraordinaria medida: el enfrentamiento entre el juez Urrutia y esa instancia no es nuevo sino se prolonga por años. Con la diferencia que, esta vez, sus consecuencias ponen en grave riesgo a la población de presos políticos.
   Los tribunales chilenos, por regla general, están integrados por personas profundamente conservadoras. Son tribunales de derecho, es decir, aplican la ley, y raras veces se preocupan de impartir justicia. Corresponden a la bíblica descripción de los llamados ‘fariseos’ o ‘doctores de la ley’, sujetos comprometidos con la norma y no con las personas, individuos sometidos tanto a la majestad de la ley como al poder del dominador. No puede esperarse de ellos acatamiento a las observaciones hechas por la representante de los derechos Humanos en las Naciones Unidas en cuanto al respecto de esos derechos por los prisioneros políticos; mucho menos, a las organizaciones de derechos humanos. Por el contrario, en fallos recientes, los tribunales han ‘creado’ el delito de ‘pertenecer a la Primera Línea’, resolución que les ha permitido usar el instrumento de la prisión preventiva por tiempo indefinido como arma eficaz contra la protesta social y encerrar por tiempo largos meses a quienes protestan contra el Gobierno.

EL COMITÉ DE DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS Y SINDICALES CODEHS, junto con hacer suya la carta enviada al presidente de la República, de la Corte Suprema y del Senado el 26 del presente por una serie de organizaciones sociales y derechos humanos, llama a los organismos internacionales a redoblar sus esfuerzos en torno a ejercer mayores presiones al Gobierno chileno que, aprovechando una emergencia mundial, no satisfecho con mutilar visualmente a gran parte de la población, detener a otros muchos y asesinar a otros, no desperdicia esta oportunidad para aplicar sanciones desmedidas a sus opositores y exponer a la población penal a las graves consecuencia de la pandemia que en estos meses asola al país.

Por el Comité de Defensa de los Derechos Humanos y Sindicales CODEHS



Fernando Espinoza Moreno                                                     Felipe Tamayo Flores
              PRESIDENTE                                                                        SECRETARIO GENERAL


Santiago, 29 de marzo de 2020


#Coronavirus #Covid-19 #Virus #Protesta_Social #Revuelta_Popular #Represión #Presos_políticos Pandemia #Chiledespertó #Derechos_Humanos #DDHH #CODEHS

jueves, 31 de octubre de 2019

DECLARACIÓN - EXIGE RENUNCIA DEL PRESIDENTE


DECLARACION
EXIGE RENUNCIA DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA



El COMITÉ DE DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS Y SINDICALES CODEHS, a la opinión pública nacional e internacional declara:

Ha finalizado exitosamente el último llamado a protesta nacional, autoconvocado por las organizaciones sociales e iniciado el 18 del presente, luego de la convocatoria que hicieran los estudiantes del Instituto Nacional a objeto de evadir el pago del transporte en el Ferrocarril Metropolitano METRO. Durante estos días, esta organización ha podido, no obstante, observar los siguientes hechos:

1. Fuerte incremento en la violación de los derechos humanos por parte de las Fuerzas Armadas y de Orden, con vejámenes, torturas, lesiones, desaparición de personas y, en algunos casos, disparos o atropellos con resultado de muerte;
2. Actos de dudosa procedencia cometidos por  algunos manifestantes en contra de locales comerciales y bienes de propiedad fiscal, algunos como expresión de la rabia y frustración que afecta a la inmensa mayoría de la población nacional, otros cuya comisión merece ser seriamente investigada;
3. Participación creciente de diversos estratos de la sociedad civil en las protestas, síntoma inequívoco del descontento social que atraviesa verticalmente a toda la sociedad; y
4. Aumento significativo de las demandas sociales y extensión de las mismas a todos aquellos ámbitos de la vida nacional que les fueron negados a los chilenos desde el advenimiento de la democracia post dictatorial, expresado en la frase “No son 30 pesos lo que nos convoca, sino 30 años de violación sistemática de nuestros derechos”. Los chilenos que se manifiestan no lo hacen por el alza del pasaje del METRO sino por infinidad de demandas cuya solución implica la realización de profundos cambios en la sociedad.

El CODEHS considera que el presidente de la República, de quien emanó la orden de responder con las armas a una protesta cuya solución pudo haberse alcanzado a través de la discusión y del diálogo, debe hacer pronto abandono de su cargo; porque es él único y directo responsable de los hechos mencionados. Quien demuestra tan torpe proceder no es  interlocutor válido para cualquier negociación posible; no lo son sus ministros cuyos exabruptos recorren hoy las redes sociales ni basta un cambio de los mismos, como ya ha sucedido, cuya finalidad no es otra que la reafirmación de la institucionalidad vigente. El CODEHS sabe que la estrategia de La Moneda se afirma en el eventual desgaste del movimiento social, estrategia que, de no resultar, puede derivar en una sangrienta masacre. Por lo mismo, solicita al Sr. Presidente la pronta entrega de su cargo a quien corresponda, bajo la condición que este último convoque, a la brevedad, a la nación a elecciones presidenciales libres, secretas e informadas y a la conformación de una Asamblea Constituyente en donde estén debidamente representados los intereses de las mismas organizaciones sociales que han validado la protesta como expresión del descontento.

Por el COMITÉ DE DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS Y SINDICALES CODEHS


Raúl Elgueta González                                                                   Manuel Acuña Asenjo
     Presidente                                                                                     Secretario General

Santiago, octubre de 2019

viernes, 30 de noviembre de 2018

PERSECUSION A LA DIRIGENCIA DEL PUEBLO MAPUCHE


codehs chile___________________________

comité defensa derechos humanos y sindicales
(fundado por CLOTARIO BLEST RIFFO en 1970)



DECLARACIÓN

PERSECUCIÓN A LA DIRIGENCIA DEL PUEBLO MAPUCHE


El Comité de Defensa de los Derechos Humanos y Sindicales CODEHS, a la opinión pública nacional e internacional, declara:

En el informe “Exposición coordinación zona control orden público”, elaborado por la ex Unidad de Inteligencia Operativa Especializada de Carabineros (UIOE) y dado a conocer por CIPER hace algunos días, se señala que el líder mapuche Camilo Marcelo Catrillanca Marín —asesinado por un comando del GOPE el día 14 del presente— era un personaje vigilado por las fuerzas policiales por su calidad de dirigente de la ‘Alianza Territorial Mapuche’ ATM. Cabe señalar que esta organización nació durante el primer gobierno de Bachelet, como consecuencia del descontento de las comunidades locales por el penoso trabajo realizado por el delegado presidencial para asuntos indígenas (entonces ministro José Antonio Viera-Gallo Quesney). Al parecer, la creación de esa organización fue la causa que, en 2009, una delegación de loncos intentara establecer diálogo con el gobierno de la presidenta Bachelet y que ésta se negara a recibir a dicha delegación. Su principal conductor era el abuelo de Camilo, Juan Catrillanca quien, posteriormente, participaría en diálogos con el primer gobierno de Sebastián Piñera sin mejores resultados.

El documento, elaborado en medio del escándalo de la llamada ‘Operación Huracán’, una vez más viene a plantear dudas acerca del, por decir lo menos, extraño actuar de las fuerzas policiales. ¿Estamos en camino de institucionalizar la ejecución selectiva de dirigentes mapuches en nuestro país? ¿Enfilamos rumbo hacia una verdadera ‘colombianización’ de Chile? ¿Se quiere instaurar un ‘sicariato’ orientado a eliminar a la dirigencia molesta?  O, lo que es más grave, ¿existe la voluntad de transformar a las fuerzas policiales en ese temido ‘sicariato’? En tanto no se realice una oportuna y profunda investigación, la sospechosa autoinmolación de la defensora ambiental mapuche Macarena Valdés y, ahora, el deliberado asesinato de Camilo Catrillanca, nada nos impide suponer que todos esos casos puedan constituir un premeditado y bien orientado esfuerzo por hacer desaparecer a los dirigentes mapuches que resultan molestos al desarrollo del gran capital. Así nos lo demuestran los casos del joven Alex Lemun (muerto por el mayor de carabineros Marco Aurelio Treuer), del lonko Juan Lorenzo Collihuin Catril (ultimado con nueve impactos de una ametralladora UZI por el sargento de carabineros Luis Mariman Levio), Matías Catrileo (muerto con impactos de ametralladora UZI por el cabo Walter Ramírez Inostroza), Jaime Mendoza Collio (asesinado por el cabo Miguel Patricio Jara Muñoz), y otras ocho personas entre las que podemos señalar a Edmundo Lemun Saavedra y a los hermanos Agustina y José Mauricio Huenupe Pavian.

Por lo mismo, llamamos la atención de las organizaciones sociales y sindicales del país a estar alertas  y vigilantes en cuanto a la protección y cuidado de la integridad física y espiritual de los dirigentes mapuches y a denunciar públicamente cualquier signo de amenaza, vigilancia o seguimiento  de que puedan ser víctimas tanto ellos como sus familias.

COMITÉ EJECUTIVO NACIONAL

Santiago, noviembre de 2018

lunes, 19 de noviembre de 2018

DECLARACIÓN ASESINATO DEL COMUNERO MAPUCHE

codehs chile___________________________
comité defensa derechos humanos y sindicales
(fundado por CLOTARIO BLEST RIFFO en 1970)



DECLARACIÓN
ASESINATO DEL COMUNERO MAPUCHE
CAMILO CATRILLANCA MARÍN

El Comité de Derechos Humanos y Sindicales CODEHS, a la opinión pública nacional e internacional, declara:

El día de ayer, 14 de noviembre de 2018, el comunero mapuche de 24 años, Camilo Catrillanca Marín, regresaba de su trabajo conduciendo un tractor en los precisos momentos que el denominado Comando ‘Jungla’ realizaba un operativo en el sector. Dos helicópteros sobrevolaban la zona. El comunero, acompañado de un menor de edad, buscó alejarse del lugar. No pudo hacerlo. Una bala en el cráneo lo dejó inerte mientras otra hería a su acompañante. Ambos fueron llevados por los propios carabineros al CESFAM de Ercilla en donde los médicos que lo atendieron confesaron a otro comunero, Rodrigo Huenchullán, que la bala dirigida en contra del comunero le había entrado por la parte posterior del cráneo sin salir al exterior.

Aún cuando la intendencia de La Araucanía ha querido dar al hecho el carácter de enfrentamiento, no existen pruebas que corroboren tal aserto. Por el contrario: toda bala disparada por atrás en contra de una persona es propia de un asesinato.

No se necesita ser extremadamente perspicaz para suponer que la instalación de una fuerza especial (Comando ‘Jungla’) en la zona, destinada a consolidar por la fuerza la usurpación de las tierras mapuches ancestrales llevada a cabo por la dictadura pinochetista en favor de las empresas forestales y otros grandes hacendados, sólo agravaría las tensiones entre el Gobierno y los comuneros mapuches. Lo que ocurre hoy así lo corrobora.

Ante esos hechos, el CODEHS exige del Gobierno la inmediata disolución del Comando ‘Jungla’, la desmilitarización de toda la región, el pronto castigo a todos los que resulten culpables de este asesinato y la renuncia de todas las autoridades —entre ellas, la del ministro del Interior— que, de una u otra manera, han permitido que la violencia haya vuelto a castigar a esa sufrida comunidad autóctona, verdadera dueña de esas tierras.

COMITÉ EJECUTIVO NACIONAL

Santiago, 15 de noviembre de 2018



viernes, 19 de octubre de 2018

Sobre LIBERTAD CONDICIONAL PARA OTRO REO DE PUNTA PEUCO (declaración pública)

codehs chile______________________________
comité defensa derechos humanos y sindicales

(fundado por CLOTARIO BLEST RIFFO en 1970)


DECLARACION PÚBLICA
LIBERTAD CONDICIONAL PARA OTRO REO DE PUNTA PEUCO

El Comité de Defensa de los Derechos Humanos y Sindicales CODEHS, a la opinión pública nacional e internacional, declara:

Una vez más, la Sala en lo Penal de la Corte Suprema, integrada por los MINISTROS CARLOS KÜNSEMÜLLER, HUGO DOLMESTCH Y MANUEL VALDERRAMA ha otorgado la libertad condicional a otro de los presos del penal Punta Peuco haciendo, con esa medida, inaplicable la aplicación de la pena por violación de los derechos humanos. Esta vez se trata del coronel de ejército LANDER URIARTE BUROTTO, de 81 años de edad quien cumplía condena en el referido centro de reclusión por su participación en el secuestro y posterior desaparición de los ciudadanos uruguayos ARIEL ARCOS LATORRE, JUAN POVASCHUCK GALEAZZO Y ENRIQUE PARGADOY SAQUIERES,  que, huyendo de la persecución contra ellos en Argentina, fueron capturados por la policía fronteriza en la zona cordillerana y entregados al Ejército.
Esta nueva resolución del más alto tribunal de nuestro país no puede sorprendernos. Ya lo habíamos señalado en nuestra declaración de fecha 31 de julio del presente año, en relación a la libertad concedida a otros siete reos del referido penal, cuando afirmábamos:

“Que este fallo crea jurisprudencia no cabe la menor duda. Lo ha reconocido el propio magistrado integrante de la respectiva sala, Hugo Dolmestch, cuando, refiriéndose a lo que puede acontecer respecto de otros casos, ha dicho a los medios de comunicación que ‘lo más probable es que se aplique la misma decisión’”.

Con esta nueva sentencia, la aberración jurídica que había de convertirse en jurisprudencia, iniciada hace tres meses atrás, se consolida; hace, al mismo tiempo, inútil todo intento de poner fin las violaciones de derechos humanos a la vez que estéril cualquier clamor por justicia. Chile se convierte en el país del crimen impune y su más alto tribunal, la Corte Suprema, recobra su rol de legitimadora de una dictadura como lo hizo en 1973. La libertad para quienes cometen crímenes de lesa humanidad pasa a ser conveniente para la sana convivencia nacional, reservándose las cárceles para quienes cometen delitos contra la propiedad, siempre y cuando sean de escaso monto; porque los que roban a destajo también van a gozar de la impunidad. Tal es la nueva concepción de la justicia que pretende instaurar en Chile.

El Comité de Defensa de los Derechos Humanos y Sindicales CODEHS llama a todas las organizaciones sociales, sindicales y de derechos humanos a exigir del Parlamento y del Gobierno la dictación de normas que aseguren ejemplares penas a quienes violen los tratados internacionales —en especial, la Declaración de los Derechos Humanos de la ONU—, sean éstos jueces, autoridades religiosas, civiles o militares. Al mismo tiempo llama a esas mismas organizaciones a estar alerta para movilizarse ante cualquier maniobra que pretenda hacer tabla rasa de sus legítimos derechos.

COMITE EJECUTIVO NACIONAL

Santiago, 12 de octubre de 2018